El dolor de ciática, producido por una lesión o compresión del nervio ciático, es una de las dolencias más comunes e incómodas que existen. Se trata de un malestar irradiado hacia las piernas, que suele empezar con una fase aguda de dolor muy intenso y que, generalmente, no suele alargarse en el tiempo (la gran mayoría se cura en días o semanas).
Entre los principales tratamientos para aliviar este mal, destacan la aplicación de frío y calor, ciertos fármacos y las infiltraciones para mitigar el dolor por ciática. Aunque no siempre se puede prevenir, la introducción de una serie de hábitos saludables -como el ejercicio regular o la higiene postural- ayuda a reducir la intensidad del dolor de ciática y a enfrentarse a ella en mejores condiciones.
Cuáles son los síntomas del dolor de ciática
El nervio ciático es el más largo y ancho de nuestro cuerpo, lo que lo hace más proclive a sufrir una compresión en algún punto de su trayecto: desde la espalda baja o zona lumbar hasta la parte posterior de la pierna y el pie. Esta compresión, motivada por ejemplo por una hernia de disco, el síndrome piramidal o la estenosis espinal, provoca inflamación, dolor y, normalmente entumecimiento en la pierna.
Así, las principales señales de ciática son las siguientes:
- Dolor en la espalda, los glúteos y en las piernas (normalmente en una sola nalga o en una sola pierna)
- Dificultad para andar, para estar mucho tiempo en una misma posición y para mantenerse recto
- Mayor dolor al sentarse
- Debilidad en una o en ambas piernas
- Hormigueo y entumecimiento en la espalda, los glúteos y los pies
Aunque la mayoría siente sus efectos de forma leve y temporal (normalmente cuando deriva de sobre esfuerzos o traumatismos), hay también casos en los que puede volverse un dolor crónico de ciática que necesita de unas pautas concretas para su alivio.
Sentir este malestar es también habitual en situaciones transitorias, como por ejemplo el embarazo. En estos casos, poner en práctica una serie de actuaciones será clave para prevenir o reducir la ciática durante la gestación.
Cómo tratar el dolor de ciática
La ciática leve suele desaparecer al poco tiempo, pero hay veces en que el dolor de ciática es grave, perdura o muestra empeoramiento. En estos supuestos, es aconsejable consultar con médicos especialistas en dolor de ciática en Mallorca, como los profesionales de Aliviam, para obtener soluciones que se ajusten realmente al problema que tenemos. Un diagnóstico certero en estos casos puede ser clave para terminar con el dolor o para, como mínimo, lograr aliviarlo en el menor tiempo posible.
En ocasiones, resultará útil recurrir a métodos naturales como la aplicación de frío y calor para la ciática: el frío reduce el entumecimiento y la inflamación, mientras que el calor aumenta la oxigenación de la zona. Se aconseja empezar aplicando frío durante los primeros días y pasar al calor con la mejoría (no obstante, hay personas que experimentan mayor alivio alternando ambas posibilidades).
Otros tratamientos más comunes que, solos o combinados, pueden ayudar a reducir o eliminar el dolor de ciática son:
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- Los fármacos para reducir la inflamación
- Buenos hábitos posturales, tanto al sentarse como al mantenerse en pie
- Actividades de estiramientos leves, prácticas aeróbicas de bajo impacto y ejercicios de fortalecimiento de la columna para aliviar dolencias y evitar recaídas por ciática
- Ejercicios para dolores específicos (por ejemplo, el yoga y el taichí para la ciática en el embarazo)
- Infiltraciones para el dolor de ciática
- Dieta equilibrada (el sobrepeso sobrecarga la columna vertebral y puede contribuir a cambios espinales).
- Seguir las indicaciones de los especialistas, de forma constante y consciente.