La importancia de llevar una vida activa para evitar el dolor

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Vida activa contra el dolor

Con el 2020 llamando a la puerta no hay mejor momento para decidirse de una vez por todas a decir sí a la vida: sí a la alimentación saludable, a la práctica de ejercicio físico, al cuidado intelectual y al abandono de aquellos patrones inadecuados que ponen en jaque a nuestra salud actual y futura. Los beneficios de una vida activa son tantos y tan claros que las excusas a este comportamiento deben quedarse con el año que dejamos atrás. Este nuevo compromiso nos ayudará a evitar dolores, a aliviar las dolencias crónicas, a mejorar la autoestima y, en consecuencia, a ser más felices. Desde Aliviam Mallorca te ayudamos a ponerte en marcha.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que nuestro organismo está desarrollado tanto fisiológica como mentalmente para estar en movimiento; no para pasar horas y horas sentados delante del ordenador, el IPad o la televisión. El sedentarismo es, por tanto, una conducta antinatural que actúa con fuerza contra nuestro bienestar tanto si existe o no dolor. No importa si es a través de la práctica deportiva o de acciones más cotidianas como caminar, jugar con el balón o subir escaleras. En todo caso, moverse es vida.

Las consecuencias de la falta de actividad son siempre negativas: obesidad, debilitamiento muscular, estreñimiento, osteoporosis, colesterol alto, aspecto envejecido… Por el contrario, una vida activa mantiene en forma nuestros músculos, fortalece el corazón, favorece la circulación sanguínea y vela por un sistema digestivo saludable.

Situarse en el buen camino implica comprometerse con uno mismo, ser consciente de la necesidad de un periodo de adaptación en función de nuestra edad, condición física, capacidad…, conocer las posibilidades de nuestro cuerpo para aprovecharlas al máximo y, en caso necesario, ponerse en mano de especialistas (por ejemplo cuando se sufren dolores crónicos o alguna minusvalía).

No es necesario lanzarse a hacer deporte al máximo nivel de la noche a la mañana. Podemos empezar asegurándonos de que nuestro día a día se enfoca en prevenir conductas de riesgo contra la salud y que introduce, al menos,  prácticas sencillas y sigue los siguientes consejos:

  • Realiza ejercicio físico: el deporte y la salud van siempre de la mano. No es necesario ser un deportista nato o apuntarse al gimnasio. Cualquier actividad que implique movimiento es bienvenida: bájate un par de paradas antes en el autobús, deja aparcado el coche o la moto cuando vayas a hacer un trayecto corto, sube y baja las escaleras de la casa o de la oficina, haz excursiones o paseos en bici con tus amigos…
  • Estira las piernas y desentumece los músculos en el trabajo o durante el estudio: haz pequeñas pausas para ponerte de pie, andar por el pasillo, realizar ejercicios de cuello y espalda… Todo esto es muy útil sobre todo cuando tienes un trabajo sedentario.
  • Realiza las labores domésticas con más brío: estas acciones también pueden ser tus grandes aliadas para ejercitar el organismo. Añade rapidez y ritmo a los movimientos que haces al planchar, limpiar el suelo, fregar los platos…
  • Sigue una alimentación saludable: alimentarse de forma sana da más vitalidad y ayuda a sentirse mejor con uno mismo.

Cómo llevar una vida activa sin dolor: ejercicio y alimentación

La obesidad y el sedentarismo son la causa de la mayor parte de los cuadros de dolencias que acompañan a los pacientes de Aliviam, nuestra clínica del dolor en Mallorca. Uno de cada cinco adultos sufre las consecuencias de la artrosis y un alto porcentaje de mujeres de 50 años en adelante se enfrentan a la osteoporosis. La actividad física, la reducción de peso y la buena alimentación se revelan como el mejor plan para luchar contra estos dolores prolongados y mejorar el bienestar físico y mental.

Pero el dolor implica también cambios importantes en la vida diaria que pueden llevar a la inmovilidad. En estos casos, es necesario encontrar un nivel de actividad óptimo que ayude a estar activo mediante, por ejemplo, la participación en actividades placenteras.

El ejercicio, tanto en personas sanas como en aquellas con alguna patología, mejora el tono cardiovascular y produce una liberación de endorfinas, con consecuencias muy beneficiosas sobre todo para aquellas personas con dolor crónico. Acciones sencillas pueden dar grandes resultados: “caminar 20 minutos al día se convierte en la medicina gratuita más potente, que además está al alcance de todos”, apunta el Dr. Marcello Meli, director de Aliviam Mallorca

La combinación de la actividad física con la alimentación saludable y el cuidado de la mente es sinónimo de bienestar y de prevención de dolencias. Por un lado, realizar -por ejemplo- ejercicio de forma constante activa la motilidad intestinal y los sistemas musculares de la región abdominal, favoreciendo una correcta digestión y evitando los casos de estreñimiento. Por otro, técnicas como las del mindfulness son claves para el manejo del dolor y la ansiedad.

Este 2020 conviértete en el mayor protector de tu organismo siguiendo las pautas de una vida saludable.