Dolor cervical, el mal de trabajar delante del ordenador o abusar del móvil

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¿Qué es el dolor cervical o cervicalgia?

El dolor cervical o la cervicalgia es una de las molestias más comunes en la actualidad. Tras ella, se esconden acciones tan cotidianas como sentarse frente al ordenador o consultar el móvil. La consecuencia es un dolor en la región cervical que puede llegar a extenderse a los hombros, a los trapecios y a la cintura escapular, pero también a la cara y a la cabeza o a los brazos y a las manos, provocando cefaleas o dolor y adormecimiento en los dedos, respectivamente. Cambiar algunos de nuestros hábitos diarios es clave para evitar los dolores cervicales y mejorar la calidad de vida.

Aunque esta dolencia suele relacionarse con el mantenimiento de malas posturas durante largos periodos, otros factores causantes de la cervicalgia son el latigazo cervical, las enfermedades reumatológicas o inflamatorias, la artrosis del disco intervertebral o de las mismas vértebras.

En cuanto a su incidencia, afecta sobre todo a las personas sedentarias o a aquellas cuyo trabajo implica una baja actividad física (por ejemplo, los oficinistas). Los mayores también suelen sufrir este malestar como consecuencia de los procesos degenerativos propios de la edad (artrosis). Por otra parte, el uso de las tecnologías (móvil, tablets…) está detrás del aumento del dolor cervical en la población más joven.

Hábitos posturales frente al ordenador

Aquellas acciones que implican mantener la cabeza fija durante un tiempo (trabajar con el ordenador, ver la tele, leer, planchar…) suelen ser las principales razones del dolor cervical, que si bien no tiene normalmente consecuencias graves sí puede llegar a ser incapacitante. Por ello, nuestros especialistas en dolor crónico en Mallorca alertan de la importancia de velar por una buena higiene postural.

A la hora de situarnos frente al ordenador resulta imprescindible evitar ciertos hábitos que fuerzan a los músculos del cuello a mantener una contracción muscular excesiva. La mejor forma de conseguirlo, según nuestros expertos de la clínica del dolor crónico en Mallorca, es seguir las siguientes pautas:

  • El ordenador debe estar delante nuestro y la pantalla a la altura de los ojos para que la cabeza y el cuello no se sientan obligados a inclinarse. Conviene que ésta sea lo más grande posible para reducir la necesidad de doblarse para acercarse a la misma.
  • Asegurarse de que el teclado y el ratón se encuentran a la altura adecuada.
  • Adaptar el asiento para que la espalda y los muslos formen un ángulo recto. Los pies deben quedar posicionados con toda la planta en el suelo.
  • Realizar descansos frente al ordenador cada media hora (relajar la nuca, cerrar los ojos un minuto…) y, al menos cada dos horas, caminar un poco y realizar estiramientos.
  • En el caso de llevar ordenador portátil, optar por una mochila para cargarlo: siempre es mejor que elegir un maletín o una bandolera ya que estas dos opciones castigan el hombro.

Abuso del móvil: dolor de cuello y de espalda

Según un estudio de la Surgical Technology International, las cervicales soportan una presión de entre 12 y 27 kilogramos cada vez que agachamos el cuello para consultar el teléfono (un gesto que nos roba entre 2 y 4 horas diarias de nuestro tiempo). Esto se traduce en un desgaste más rápido de las cervicales que puede derivar en problemas de espaldas a edades tempranas.

La posición correcta para mirar el móvil es aquella que se centra en subir el brazo en vez de bajar la cabeza.

Tratamiento contra el dolor cervical

Cuando esta dolencia está provocada por las malas posturas (contracturas, falta de movimiento…), nuestros profesionales en dolor de espalda y cuello suelen aplicar la terapia manual o el método McKenzie de Terapia Mecánica, que ofrecemos en Aliviam. Con ello, se consigue devolver la movilidad y aliviar o eliminar el malestar.

Los supuestos relacionados con las patologías inflamatorias se abordan con fármacos o con tratamientos mínimamente invasivos para eliminar o reducir el dolor cervical.

En los casos derivados de los procesos degenerativos de la edad (por ejemplo, el dolor cervical por artrosis), la solución viene de la mano de la rizolisis.