¿Tomamos demasiada medicación contra el dolor?
El aumento de la esperanza de vida tiene su claro reflejo en la salud de la sociedad. Si bien nos hemos convertido en uno de los países con mayor longevidad, no hemos dejado de caminar hacia un incremento importante de personas de edad avanzada con dolor crónico. Los inevitables cambios musculo-esqueléticos asociados al paso del tiempo pasan factura a una población que cada vez vive más y que, equivocadamente, asume que es normal enfrentarse a su día a día solo con dolor y pastillas.
Caer en la excesiva medicación para plantar cara a las dolencias no hace más que complicar el panorama, ya que incluso puede derivar en una ineficacia terapéutica o preventiva. En cualquier caso, es importantísimo seguir las pautas de los profesionales y tener en cuenta que la medicación se convierte -en algunos casos- en una opción complementaria a otras técnicas muy efectivas contra el dolor crónico, como la fisioterapia, las infiltraciones, la terapia psicológica, la actividad física etc.
Consumo elevado de fármacos
Lo alerta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): el consumo de medicamentos en nuestro país respecto a Europa es muy elevado. No sorprende si se tiene en cuenta además que, según el Observatorio del Medicamento, España ocupa el quinto lugar en automedicación a nivel mundial, por detrás de países como Estados Unidos, Alemania, Italia y Reino Unido. Más de la mitad de las personas mayores de 65 años están polimedicadas: toman cinco o más medicamentos. La mayoría de pastillas crónicas son precisamente para el dolor.
En este sentido, nuestros profesionales recalcan la importancia de hacer un uso adecuado de los fármacos y cumplir con las revisiones necesarias: permiten adecuar los tratamientos, reducir –cuando procede- los medicamentos prescritos, minimizar los efectos adversos y encontrar nuevas vías.
Además, hay que tener en cuenta que las dolencias prolongadas son realmente fruto de enfermedades y no una cuestión de edad. De ahí, la conveniencia de tratarlas en paralelo a los problemas de salud y, como hacemos en nuestra clínica del dolor en Mallorca, con un enfoque multidisciplinar como garantía de mayor éxito. El dolor no solo puede tratarse con medicación: abordamos los males desde una perspectiva médica, biomecánica, nutricional y psicológica para dar con un tratamiento personalizado que mejore la calidad de vida.
Con este objetivo, ofrecemos ayuda puntual mediante la técnica de las infiltraciones, que consigue ayudar al paciente durante muchos meses. Esto implica que la toma de fármacos sea ocasional y no generalizada ya que, según explica el Dr. Marcello Meli (director de Aliviam Mallorca), “aplicamos las sustancias con infiltraciones únicamente allá donde es necesario, sin una absorción sistémica importante”.
No hay que olvidar que las personas mayores son muy sensibles a los antiinflamatorios, especialmente los hipertensos. Otros tienen problemas gastrointestinales, lo que les lleva a recurrir a protectores gástricos (como el omeprazole), que al bajar acidez del estómago disminuyen la absorción de calcio y, en consecuencia, derivan en osteopenia y osteoporosis. Por otra parte, la morfina para el dolor no oncológico se ha demostrado ineficaz a largo plazo, mientras que los antiepilépticos y benzodiazepinas aumentan la sedación y el riesgo de caídas.
Cuadros típicos del dolor asociado al envejecimiento
El dolor crónico o de larga duración es más común según aumenta la edad. Entre otros motivos, por su asociación a una serie de patologías crónicas más habituales en este sector, como son la artrosis, las enfermedades cardiovasculares o las neuropatías.
Además del dolor crónico, los siguientes cuadros típicos de dolencias son los comúnmente más asociados al paso del tiempo:
- La lumbalgia
- La cervicalgia
- El dolor articular
- La hernia discal
- La osteoartrosis
- La tendinitis y las tendinopatías