Opioides y dolor crónico
Los opioides son un tipo de medicamento que ayudan a controlar el dolor agudo y el dolor crónico. Su distribución por la sangre simula la acción de las endorfinas, modificando las señales nerviosas que llegan al cerebro y disminuyendo la sensibilidad a los estímulos dolorosos. Ello es debido a que en nuestro organismo existen receptores específicos para ello. Sin embargo, la toma de estos fármacos (que provienen de la amapola real y que hoy en día se sintetizan en laboratorio) conlleva graves riesgos. Una ingesta descontrolada e inapropiada, aunque durante breves periodos de tiempo, puede llevar a desarrollar una adicción.
El tratamiento del dolor crónico con opioides se ha considerado como un método eficaz durante varias décadas, pero hoy en Aliviam, la clínica del dolor en Mallorca sabemos que no es exactamente así. En nuestro centro se prescriben -únicamente- en casos puntuales donde no existen alternativas y de forma consensuada con el paciente que es informado sobre los efectos secundarios y complicaciones en el corto y largo plazo.
Hoy sabemos que, incluso en caso de dolor agudo, como el dolor postoperatorio (ejemplo de empleo muy clásico y extendido de estos fármacos), su empleo puede ya sembrar la semilla de la adicción. Incluso, existen datos de que el empleo de órficos durante la anestesia general, cuando el paciente es totalmente inconsciente, puede predisponer a desarrollar una dependencia.
Obviamente estos datos van cogidos con la debida precaución, pero, es verdad, que nos hacen replantear por completo nuestras antiguas estrategias para controlar el dolor agudo y crónico con esta clase de medicamentos. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el comportamiento de los opioides en el tratamiento prolongado, como en dolor crónico. Sabemos desde hace mucho tiempo que los pacientes van a encontrarse con los fenómenos de tolerancia, además de la dependencia, es decir que necesitan aumentar dosis para obtener los mismos efectos.
Pero las cosas han ido más lejos. De hecho se observó que la tolerancia no era lo peor. Algunos pacientes muy acostumbrados a estos fármacos, tienen más dolor cuando los toman. Es el fenómenos de la hiperalgesia relacionada al uso crónico de opiáceos.
Efectos de un uso incorrecto de opioides
Cuando no se siguen las pautas indicadas aumenta el riesgo de dependencia y adicción. Pero cuando se toman en grandes cantidades existen también otro peligro: la sobredosis, con sus consecuentes problemas de salud (las dosis más altas pueden disminuir la frecuencia cardíaca y respiratoria).
La palidez, la debilidad en el cuerpo, la sensación fría y húmeda al tacto, la respiración lenta, la imposibilidad de hablar… son algunos de los síntomas más característicos de una sobredosis de opioides. Esta situación debe ser tratada inmediatamente por el profesional médico.
Entre los signos que pueden apuntar a la abstinencia, en el contexto de un cuadro de dependencia y adicción destacan, según Aliviam Mallorca, los cambios de comportamiento, el desasosiego, la agitación, la sudoración… al suspender el medicamento.
Prevención en la toma de opioides
Al margen de que cualquier medicamento implica siempre una serie de precauciones, los opioides requieren ser especialmente cautos con aspectos como:
- Indicar si se están tomando otros fármacos y suplementos.
- Seguir exactamente las instrucciones recetadas.
- Verificar las pautas en caso de cualquier duda o confusión.
- No tomar más medicamento del recomendado y hacerlo únicamente por el tiempo previsto.
- No masticar, romper, aplastar o disolver las píldoras.
- No compartir estas medicinas.
- No mezclar los opioides con alcohol.
- No obviar que pueden producir efectos secundarios como náuseas, estreñimiento y somnolencia (cuidado si se tiene que conducir o usar maquinaria, sobre todo en el inicio del tratamiento).
En Aliviam abordamos cada caso de dolor crónico de manera individualizada para determinar las opciones que permitan finalizar o aliviar cualquier tipo de dolencia. Para ello, nuestros profesionales revisan la historia clínica de cada paciente, realizan las pruebas complementarias necesarias y un test diagnóstico que marca el mejor tratamiento mediante técnicas mínimamente invasivas. Todo ello guiando, dirigiendo y asesorando a nuestros pacientes, desde el principio hasta el fin del proceso. Si bien no está proscrito, lo cierto es que en Aliviam extremamos las precauciones a la hora de tomar opioides al tiempo que se valora dicha ingesta (beneficio y riesgos) con el paciente y su familia.