Psicología para el dolor crónico
El dolor crónico no solo trae consecuencias físicas por ello la psicología del dolor es clave en el tratamiento. La molestia continuada de esta enfermedad en sí llega a ser psicológicamente estresante y una fuente de irritación y de frustración que deja su huella tanto en el afectado como en su entorno familiar y amistoso más cercano. Por eso, más allá de los fármacos o tratamientos específicos contra la dolencia, resulta fundamental su abordaje desde un punto de vista dirigido a controlar las emociones y los estados de ánimo. La Psicología se revela así como un instrumento fundamental tanto para trabajar la resistencia, como para enseñar aquellas destrezas necesarias para aceptar y manejar el dolor crónico en Mallorca.
En este camino, la psicología del dolor se centra en acompañar al afectado (y a sus familiares) hacia el bienestar mental y emocional desde el primer día. Se trata de ayudarle a lidiar con los efectos negativos del dolor en la vida personal, social y laboral, que -incluso- pueden derivar en diferentes cuadros de dolencias. Con ayuda psicológica, el paciente con dolor crónico mejora su estado, reduce la ansiedad, aprende a enfrentarse al sufrimiento y consigue cambiar la percepción de su malestar.
Tratamiento del dolor crónico
El dolor prolongado provoca un alto coste emocional en la vida de los enfermos, llegando a desembocar en patrones realmente contraproducentes. Es por ello que la actitud a la hora de afrontar la situación determina tanto el curso como la evolución de la patología.
El objetivo del asesoramiento por parte de la psicología del dolor es ayudar al paciente a pasar de la reacción a la acción. Esto es así porque la primera actitud conlleva problemas que se manifiestan en las distintas áreas de la vida, tales como la aparición de la ansiedad, el aislamiento, el miedo o el insomnio; cayendo en los círculos viciosos del dolor. Sin embargo, la adopción de técnicas para afrontar de forma activa la situación provoca el cambio y, por tanto, la aceptación de las limitaciones del dolor crónico y la adecuación del día a día a las capacidades reales por parte del afectado.
De esta forma, la aceptación del dolor se convierte en un paso fundamental para disminuir el sufrimiento, hacer el dolor crónico más tolerable; y reducir la depresión, el miedo y la ansiedad. Es decir, lleva al afectado a encontrar un sentido y una motivación vital al aceptar y asumir las limitaciones diarias.
Otros métodos como las técnicas de relajación y de respiración, de distracción, de asertividad, de reestructuración… también muestran su eficacia en el tratamiento del dolor crónico desde el punto de vista terapéutico. En este sentido, los talleres de automanejo del dolor de Aliviam son un instrumento clave para ayudar al paciente a recuperar la ilusión, a enfrentarse a su mal con una actitud positiva y, en consecuencia, a obtener un mayor bienestar emocional.
De manera general, los profesionales de la psicología del dolor recomiendan hacer frente a las dolencias prolongadas mediante acciones como el manejo del estrés, los pensamientos positivos, la búsqueda de actividades que alejen el dolor de la mente y el apoyo. No obstante, para garantizar un mejor resultado, en Aliviam tratamos cada caso individualmente y desde una visión multidisciplinar, trabajando otros aspectos fundamentales como la fisioterapia, la dieta y el estilo de vida en el paciente con dolencias crónicas.