Falsos mitos y verdades de las infiltraciones de tratamientos antidolorosos

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Evita falsos mitos:  así son las infiltraciones para aliviar el dolor

Las infiltraciones para aliviar las dolencias son un método altamente recomendable para tratar los dolores crónicos en Mallorca que no responden a otras soluciones convencionales. Consisten en la inyección de un medicamento o de una sustancia directamente en la zona afectada, con el objetivo de reducir el dolor y acelerar la mejoría del enfermo. En Aliviam Mallorca las usamos en algunos tratamientos con excelentes resultados y, por eso, hemos querido analizar los falsos mitos que existen alrededor de esta técnica y limpiar su nombre.

Aunque se pueden aplicar en todas las articulaciones, se usan principalmente para calmar el sufrimiento en las rodillas y en los hombros. De esta forma, no solo se consiguen resultados rápidos y duraderos, sino que se evitan los efectos sistémicos de los fármacos. Desde nuestra clínica de dolor crónico en Mallorca repasamos algunos de los falsos mitos y las verdades que giran en torno a las infiltraciones en los tratamientos antidolorosos.

Una técnica sencilla y sin sobresaltos

La infiltración es un proceso sencillo, con pocas complicaciones, que puede realizarse en la consulta. No es habitual que se lleve a cabo en la primera visita, ya que el profesional de Aliviam Mallorca suele utilizar esta sesión para realizar una exploración física y analizar pruebas complementarias. No obstante, se puede dar el caso de considerarse conveniente una infiltración de prueba para saber lo antes posible la causa de la dolencia.

Una solución sin molestias ni sufrimiento

Se trata de un método mínimamente invasivo (sin cirugía) que no duele en su aplicación y que repercute en un claro alivio del mal que limita el día a día del paciente.

La idoneidad de la sustancia infiltrada

Los medicamentos inyectados, siempre de comprobada eficacia clínica, se eligen en función de la enfermedad y tras valorar la opción más adecuada en cada caso. Su aplicación queda normalmente vinculada a dolores que llegan a ser limitantes e incluso incapacitantes. Con algunas patologías, como la diabetes, no son recomendables.

El fármaco llega antes y en mayor medida

La inyección de la sustancia directamente en la articulación mediante cánulas facilita que ésta llegue más rápido y en mayor cantidad. Además, permite evitar los efectos adversos sistémicos de los medicamentos que se administran por vía intramuscular u oral.

Los efectos sistémicos de la cortisona

Esta sustancia se emplea frecuentemente para mitigar o eliminar el dolor en Mallorca. Nuestros especialistas sólo la aplican en el área determinada a tratar, reduciéndose notablemente la absorción sistémica o los efectos no deseados.

La acción del ácido hialurónico sobre el estado funcional y mecánico de la articulación

La infiltración de ácido hialurónico resulta muy beneficiosa para disminuir el dolor articular y mejorar la movilidad del afectado. Se aplica principalmente en la rodilla, si bien se utiliza cada vez más en otras articulaciones como el tobillo o la cadera y en las bursas del manguito rotador y del trocante. Es una de las técnicas más efectivas para ralentizar la degeneración o prevenir los efectos del envejecimiento músculo-esquelético.

La infiltración de Plasma Rico en Plaquetas (PRP): este método contra el dolor tiene el objetivo de controlar la inflamación y promover la regeneración celular. Su duración es breve, no requiere cirugía, no genera rechazos ni provoca alergias. Con este procedimiento, se obtienen grandes resultados en patologías como la artrosis.

Los resultados son duraderos

El efecto de las infiltraciones en el tratamiento del dolor tiene aproximadamente una duración de entre 4-5 semanas, incluso más en función del caso. El enfermo puede volver a someterse nuevamente al proceso en la misma articulación, siempre que así lo considere el profesional, quien marcará además los tiempos y el número adecuado de repeticiones.

La rápida vuelta a la normalidad

Cada situación determinada viene marcada por unas pautas y recomendaciones. Sin embargo, el alta tras una infiltración suele recibirse el mismo día. En función del tratamiento, el paciente suele recuperar la normalidad entre 12 y 24 horas después.

El miedo viene muchas veces provocado por estos falsos mitos que hace que muchos pacientes no se planteen este tipo de tratamiento como opción. Por supuesto, más allá de que haya falsos mitos o no, todo tratamiento debe ser determinado y supervisado por profesionales médicos certificados y después de un diagnóstico certero que nos indique la dolencia y todas sus posibles soluciones. Pero sí, es importante borrar de nuestra mente esos falsos mitos que nos pueden alejar de una salida a nuestro dolor crónico.