¿Qué hacer si te duele la rodilla?
La articulación de la rodilla no solo es la mayor de nuestro organismo, sino también la que se encuentra expuesta a un mayor esfuerzo. Esta condición la somete a un riesgo considerable de sufrir una lesión o una patología con repercusiones notables. No en vano, el dolor de rodilla es la cuarta enfermedad con mayor incidencia en la calidad de vida por cada año vivido. Aunque puede aparecer a cualquier edad, normalmente son los mayores de 65 los que más se enfrentan a esta dolencia. Determinar las causas del dolor de rodilla crónico es el primer paso para establecer un tratamiento óptimo que lo suavice o elimine en la medida de lo posible.
El origen de este dolor es muy variado. A grandes rasgos, puede ser el resultado de una lesión, como un desgarro del cartílago o una rotura de ligamento, y de enfermedades como infecciones, la artrosis o la gota. Una vez que el dolor de rodilla se convierte en crónico es cuando entra en juego el trabajo de nuestro equipo especializado en dolor.
El diagnóstico certero permite a nuestros expertos de la clínica del dolor en Mallorca prescribir la mejor solución para cada caso (medidas de cuidado personal, fisioterapia,, medicamentos orales y procedimientos e inyecciones contra el dolor).
En Aliviam Mallorca optamos siempre por técnicas mínimamente invasivas para mejorar el estado del paciente, evitando recurrir a la cirugía. Entre nuestros tratamientos intervencionistas contra el dolor de rodilla destacan las infiltraciones articulares y los tratamientos por radiofrecuencia térmica. En cualquier caso, nuestros profesionales abordan el dolor de rodilla crónico desde diferentes perspectivas (médicas, biomecánicas, etc) para asegurar a nuestros pacientes el mejor resultado.
Factores de riesgos y síntomas
El dolor crónico en esta zona, que puede conducir a la movilidad limitada de la rodilla, es más común cuando envejecemos. De hecho, afecta a 1 de cada 4 individuos mayores de 55 años. La artrosis, por ejemplo, está muy asociada al paso del tiempo y se produce por el desgaste de los cartílagos que protegen los huesos de la rodilla. La obesidad afecta también al esfuerzo de la articulación, ya que el peso acelera su desgaste y causa un mayor estrés. La debilidad muscular, las lesiones previas y la actividad física (demasiada intensidad sin calentamiento previo, por ejemplo) suponen igualmente un factor de riesgo para la rodilla.
En cuanto a los síntomas, estos varían en función de la ubicación exacta y del grado de intensidad, pero normalmente el dolor de la rodilla se acompaña de enrojecimiento, temperatura al tacto, inflamación, rigidez, crujidos, incapacidad de poner recta completamente la rodilla etc.
Entre las medidas que pueden ayudar a prevenir lesiones y el deterioro de las articulaciones, destacan: practicar ejercicio de forma correcta (en algunos casos, limitar las actividades de impacto), evitar estar mucho tiempo de pie o sentado, mantener la flexibilidad, ganar fortaleza, cuidar la alimentación y mantener un peso adecuado.
Consulta tu caso con nuestros especialistas en dolor de rodilla en Mallorca si:
- Tienes dolor crónico de rodilla de tipo degenerativo por atritis/artrosis.
- No puedes operarte la rodilla por otros problemas de salud.
- Sigues teniendo dolor pese a tener una prótesis de rodilla.
- Eres deportista y sufres un dolor de tipo mecánico.
- Tienes dolor de rodilla degenerativo y quieres una solución poco invasiva.