Dolores de espalda más comunes
El dolor de espalda o de columna es una de las dolencias más frecuentes y una de las principales razones de absentismo laboral en nuestro país. Más del 80% de la población lo sufre como mínimo una vez en la vida, sobre todo entre los 40 y los 60 años, como consecuencia principalmente de sobreesfuerzos, posturas forzadas, movimientos repetidos etc. Afortunadamente, es posible tomar medidas para prevenir la mayor parte de los dolores de espalda y someterse a tratamientos específicos para mejorar la calidad de vida restada por este mal.
Las causas del dolor de espalda son muy variada y cada una de ellas determina el tipo de dolencia y en consecuencia el abordaje médico más adecuado. Entre los más habituales destacan el dolor de espalda mecánico y el inflamatorio. Ambos presentan sus propios síntomas y llegan a afectar notablemente al transcurrir diario (inciden en el sueño, la capacidad de trabajar y en la vida social).
El dolor de espalda mecánico: el más frecuente y caprichoso
Se trata del tipo de dolencia más habitual. Suele ser provocada por un movimiento corporal lesivo, un accidente o una contusión. Surge a cualquier edad y, en general, es muy difícil de localizar en un punto concreto. Se caracteriza por ser un dolor poco constante, fijo o variable y que puede aparecer en reposo o con el movimiento. Es más, puede ir y venir por épocas, por horas o por días.
Al ser un dolor mecánico, se presenta y empeora con las posturas, con la extensión o con el deslizamiento lateral (side glide de Mckenzie) y con la flexión del tronco. Normalmente, no viene acompañado de rigidez matinal.
En cuanto a su tratamiento, nuestro equipo de especialistas en dolor de espalda en Mallorca aconseja la práctica de ejercicios y de movimientos específicos para subsanar la sobrecarga que provoca el mal. Así, marca y supervisa una serie de maniobras concretas para garantizar una práctica adecuada e independiente en cualquier momento y lugar.
El dolor de espalda inflamatorio: más potente y con mayor rigidez
Este tipo afecta a 1 de cada 20 personas con dolor de espalda crónico. Por lo general, este dolor de espalda aparece en edades tempranas, antes de los 40 años, y se experimenta cuando se está en reposo o por la noche (suele hacer que el afectado se despierte, obligándole a levantarse). Es normal que por la mañana se acompañe de una rigidez con más de media hora de duración. Su comienzo es gradual y suele prolongarse habitualmente más de 3 meses.
En general, la molestia se nota sobre todo en la parte baja de la espalda, y va extendiéndose hacia los glúteos. No mejora con el reposo, sólo con la actividad física.
Este dolor procede habitualmente de una respuesta inflamatoria frente a alteraciones de los platillos vertebrales, una discopatía, un proceso degenerativo discal y enfermedades autoinmunes.
Tal y como apuntan nuestros expertos de Aliviam, clínica del dolor en Mallorca, es imprescindible obtener un diagnóstico preciso y oportuno tanto del tipo como de la causa de la dolencia. Un aspecto básico para dar lo antes posible con la solución más adecuada para aliviar el dolor de espalda.
Prevenir el dolor de columna
Entre los principales consejos para mantener una espalda fuerte y saludable destacan los siguientes:
- Hacer ejercicio regular para desarrollar la flexibilidad y la fuerza muscular
- Vigilar la correcta actitud postural al caminar, al sentarse, al dormir…
- Mantener un peso saludable, puesto que el sobrepeso ejerce presión sobre la musculatura de la espalda
- Superar el estrés, ya que muchas preocupaciones se somatizan en la columna vertebral