Objetivo: aliviar el dolor de espalda
Mantener la postura natural de la espalda no es solo una cuestión de estética o de elegancia, también lo es de salud. La posición correcta de esta parte del cuerpo, ya sea en parado o en movimiento, es fundamental para prevenir lesiones, dolores y enfermedades de espalda.
La clave está en la columna vertebral y en sus curvas naturales (en el cuello, en la parte media y en la parte baja), encargadas del equilibrio del organismo y de la amortización de los impactos. La buena postura les da protección. En el momento en que una curva cambia o desaparece, las otras se ven obligadas a trabajar más para crear compensaciones, pudiendo arrastrar consecuencias negativas. De ahí la importancia de no bajar la guardia y buscar la buena posición corporal en todo momento: tanto cuando estamos en el trabajo o en el gimnasio, como cuando hacemos la cola del supermercado o esperamos el metro.
Problemas derivados de la mala postura
Una mala postura corporal puede traer consigo desde dolor de espalda, de cuello o de cabeza hasta problemas más graves como fatiga crónica o hernias discales. Según puntualizan nuestros expertos en dolor crónico en Mallorca, andar encorvado contribuye a desgastar la columna vertebral (haciéndola más predispuesta a lesiones); a afectar el correcto funcionamiento de las articulaciones; a aumentar el riesgo de sufrir caídas; a disminuir la flexibilidad; e incluso a dificultar la respiración.
Para evitar estas situaciones, curar el dolor de espalda y mejorar la postura en general, conviene no perder de vista las siguientes pautas:
- Mantener una buena posición al sentarse, al caminar y al dormir.
- Alejarse del sedentarismo (el yoga y el pilates son aliados perfectos para una buena salud postural, con repercusión directa en el estilo de vida y en el dolor de espalda).
- Cuidar la alimentación: coger peso extra puede afectar a la columna vertebral y provocar dolor lumbar.
- Usar calzado cómodo: el tacón demasiado alto puede aumentar la presión sobre los músculos y perjudicar la postura.
- Controlar la superficies de trabajo o de actividad: éstas deben estar a una altura cómoda para realizar cualquier movimiento o manipulación.
Si se pasa mucho tiempo sentado, es aconsejable vigilar que la espalda tiene un buen apoyo (debe estar en línea recta con la silla), descargar bien los muslos y las caderas, cambiar frecuentemente de posición, hacer caminatas (aunque sean breves), no permanecer con las piernas cruzadas, relajar los hombros y mantener los codos cerca del cuerpo (doblados entre 90 y 120 grados). El objetivo es evitar estar siempre en una misma postura.
Si se está parado de pie, nuestro objetivo debe ser mejorar la postura manteniéndose bien derecho, con los hombros atrás, la cabeza recta, los pies separados a la altura de los hombros, los brazos con caída de forma natural y el estómago sin sobresalir. Caminar con la espalda erguida ayuda a evitar el dolor crónico.
Por lo que respecta a nuestra postura en la cama, es imprescindible contar con un buen colchón para evitar que la espalda se encorve, así como una buena almohada que propicie el descanso. La mejor opción es dormir boca arriba, y el objetivo es que se mantenga la posición y los hombros queden rectos.
Tener en cuenta estos consejos servirá para alcanzar nuestro objetivo: mantener a raya los problemas de salud relacionados con la mala postura, contrarrestar el dolor mecánico de columna, curar el dolor de espalda y alcanzar una mayor calidad de vida. En Aliviam, por supuesto, podemos ayudarte.