Los beneficios de llevar una vida activa son incuestionables y, en este camino, la práctica de ejercicio físico es uno de los mejores aliados para cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. Sin embargo, aún con todo, hay una serie de condicionantes que no debemos perder de vista para que esta práctica sea realmente efectiva y no se traduzca en molestias, dolores o lesiones. Es decir, consiga mejorar la calidad física y el funcionamiento de nuestro organismo.
Si factores como la edad o el estado físico son esenciales para determinar las actividades deportivas más apropiadas, otros patrones relacionados con la alimentación, el descanso o el calentamiento, por ejemplo, son fundamentales para evitar las lesiones más frecuentes en el gimnasio: la lumbalgia, la tendinitis, la rotura de fibras…
Nuestros expertos de las clínicas de dolor en Palma, Inca, Manacor, Llucmajor y Porto Cristo repasan cuáles son las molestias más habituales en los gimnasios y ofrecen las claves para realizar ejercicio de forma más segura y eficaz.
Principales lesiones y dolores más comunes en los gimnasios
La práctica de ejercicio en el gimnasio o en cualquier espacio trae muchos beneficios: ayuda a mantener nuestra salud, a prevenir enfermedades, a evitar dolencias, a aliviar los dolores crónicos, a mejorar la autoestima… Sin embargo, también puede volverse en nuestra contra cuando no se realiza con la orientación profesional adecuada, la información necesaria o el equipamiento apropiado.
Algunas de las prácticas contraproducentes en el gimnasio (suelen derivar en lesiones y en molestias) son las siguientes:
- La mala técnica al ejecutar un ejercicio.
- La carga excesiva de peso o los sobreesfuerzos.
- La repetición continua de algunos movimientos.
Entre las lesiones más habituales en estos espacios destacan:
- La rotura de fibras: la rotura fibrilar es una lesión muscular que produce un dolor brusco, repentino e intenso que suele definirse como un tirón en el músculo, un impacto o una pedrada. Supone la rotura de varias fibras de un músculo, debido generalmente a una elongación, a un gran esfuerzo, a una fuerte contracción o un mal descanso. Tiene mayor incidencia en las piernas y suele impedir mover el músculo.
- El dolor de espalda: la columna es la parte de nuestro organismo que más se involucra al practicar ejercicio. Esta zona realiza una contracción muscular postural para simplificar los movimientos y dar estabilidad. La lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda) es una de las patologías más comunes- sobre todo en los principiantes en el gimnasio-, y normalmente se vincula a la carga excesiva de peso. Una buena higiene postural de la espalda evita la realización de movimientos erróneos, de esfuerzos extras y de dolor muscular.
- Las tendinopatías: son un conjunto de patologías que afectan al tendón y que suelen asociarse a sobrecargas o a la repetición de gestos. Una de las más frecuentes es la tendinitis en el manguito rotador, que supone la inflamación de los tendones del manguito rotador que conectan los músculos con los huesos del hombro. La tendinitis rotuliana, en la zona de la rodilla, también se encuentra entre las tendinopatías más habituales. Un buen calentamiento proporciona mayor elasticidad al tendón para que esté en condiciones de aguantar la intensidad de la práctica deportiva.
- Las contracturas: son las lesiones más frecuentes a nivel muscular y suelen ser consecuencia de un sobreesfuerzo, de una mala ergonomía y de la falta de descanso. Por ello, es importante entrenar correctamente, respetar las pausas y llevar una progresión de ejercicios correcta.
- Las lesiones en la rodilla: la rodilla es la articulación que sufre más lesiones, ya que es la parte del cuerpo que más carga soporta y que queda más expuesta a recibir un impacto negativo. Un buen tono y equilibrio muscular entre glúteo, abdomen y cuádriceps es fundamental para evitar problemas en sus estructuras blandas.
Cómo evitar las lesiones más habituales en el gimnasio
Según nuestros médicos especialistas en dolor en Mallorca, las lesiones y los dolores más habituales relacionados con la actividad física pueden evitarse con actitudes como las siguientes:
- Cuidar la alimentación e hidratarse correctamente antes, durante y después del ejercicio (beber de forma lenta y controlada)
- Calentar antes de realizar ejercicio para preparar los músculos
- Dar prioridad a los músculos grandes y luego pasar a los pequeños (pectorales y músculos de la espalda antes que los músculos del hombro, por ejemplo)
- Trabajar con esfuerzo progresivo ( cargas de forma escalada)
- Realizar intervalos de descanso apropiados entre ejercicios (las pausas no demasiado largas)
- Cuidar la postura y usar el equipamiento oportuno (calzado adecuado y ropa cómoda)
- Acompañar siempre el ejercicio de fuerza con la estabilidad (pesas con ejercicios con el peso corporal)
- Parar cuando se sienten molestias
- Respetar los días de descanso
- Darse masajes regularmente para descargar los músculos
Recuerda que tienes a tu disposición varias clínicas del dolor Aliviam en distintos puntos de Mallorca. Consúltanos.